¿Te ha pasado que al mirar al espejo no reconoces a la persona que tienes enfrente?, ¿o que de pronto sabes a quién le pertenece ese rostro pero la energía que emana no está en consonancia contigo, con tu yo de ahora?
¿Has volteado rápido y te has cruzado con una mirada de la que habías olvidado ya la intensidad de su brillo?, ¿esa mirada de la que ya ni siquiera recuerdas cómo fue que conquistó tu corazón?
Para vivir conscientemente, en armonía con todos los seres con los que compartes el planeta.
¿Se te ha apachurrado el corazón al percatarte de pronto todos los desechos que generas con lo que consumes?, ¿o que el árbol en tu jardín está secándose y rodeado de basura?, pero, te preguntas, ¿cuándo pasó?
No fue un 23 de marzo cualquiera, fue día a día, gota a gota, y mientras se iba escapando la luz y la vida de a poco, sólo pensabas "en vacaciones descansaré un rato", "cuando termine de pagar mi carro me regalaré un jacuzzi con velas y vino", "cada vez estamos más ajenos y lejanos, cuando tenga ganas ya hablaremos", "yo ya dije todo lo que tenía que decir, pero si no quiere hablar, yo no puedo obligarle", "ya alguien reciclará todo eso", "algún día se desintegrará", "hay muchas personas sembrando árboles por doquier", "para eso están los animales y las plantas, para que las consumamos", ¿te suena alguna?, ¿te suenan varias?, es parte de tu bagage cultural, de tu humanidad compartida, muchos de los seres humanos que cohabitan en este planeta, se van dejando y van dejando, van muriendo y matando, hasta que ya no hay más que dolor, vacío y muerte, porque nos han enseñado que nada cambia, que eso es "lo que es", que así es la vida y no hay más.
En el mejor de los casos, tratamos -aunque tarde- de RE-activarnos, y vamos por ahí tratando de parchar nuestras vidas. Empezamos a tomar jugos verdes que no van a devolvernos la salud que durante años hemos ido envenenando, peleamos para que no nos abandone la persona que llevamos años ignorando, separamos la basura que hemos generado de manera desmedida, pero en la mayoría de los casos, ya es demasiado tarde y no hay marcha atrás.
Nuestra misión es ayudarte a que no sea demasiado tarde, ni para ti, ni para las relaciones que mantienes con los miembros de tu círculo afectivo, ni para el planeta. Buscamos reactivar el sentido e importancia del auto cuidado en sus esferas -cuerpo, mente, alma-, así como el cuidado y la conexión holística con la vida.
¿Cómo?, ante una enfermedad, ante el cambio climático o cuando ves a los ojos de una persona que solías amar y ahora no reconoces, nos han enseñado a ser reactivos en vez de preventivos; nuestra misión es impulsar el movimiento hacia la construcción de un cambio sustentable, natural, consciente y artesanal para #ReEncontrARTE contigo, con el planeta y con los que amas, de manera constante, diaria, de a poco, pero inamovible, con productos para un cuidado holístico artesanal.
Gracias por permitirnos trabajar para seguir poniendo #ElVerdeAlAlcanceDeTodos.